Juan Carlos Rivero, ex director musical del Grupo Moncada
Enterados en la redacción de DDR de la llegada a Estados Unidos de Juan Carlos Rivero, ex director musical del Grupo «Moncada», lo primero que hice este domingo, día que pensaba dedicarlo al asueto y estar con mi familia, fue ir a entrevistarlo.
Mi jefe, conocedor de la amistad que de años me unen al «Juanca», de la época en que él era novio de Lindalba, Lindiana… o como se llame, que los años pasan no por gusto, me pidió encarecidamente que fuera a su casa y yo, que no sabía dónde está viviendo Juan C. tuve que mover mis contactos. Cuarenta y cinco minutos después estaba yo montado en mi Honda Accord y pasando por unos tolls que, para mí, también se han encarecido como todo lo demás en este país.
Leinier Mesa dice que extrañará los huevos de Otaola y el mañanero
Apenas en la redacción de DDR nos enteramos de la presencia de Leinier Mesa en Cayo Santa María, mi jefe me llamó vía telefónica, y me dijo que no perdiera más tiempo y me fuera para el Cayo a entrevistar a ese grande de la música cubana.
Yo llevaba dos días apostado en el hospital Calixto García, porque circuló el rumor en la redacción que al abuelo de Leinier le había dado una sirimbeca, y una fuente cercana a la familia Mesa, afirmó que Leinier vendría a ver a su abuelo.
«Tiene un problema en la cara,» dijo la fuente vía telefónica, para aclarar lo relativo a Leinier y su visita a la isla.
Sin embargo, y a pesar de haberle dado 10 CUC y una merienda a la Jefa de Información del Hospital, en 48 horas no me llamó nunca para confirmarme que habían ingresado a viejo alguno.
Sospechando que todo había sido una estratagema de Leinier, luego de comenzar a salir videos y fotos de la presencia del artista en la cayería norte, y siguiendo las instrucciones de mi jefe, me lancé hacia Cayo Santa María. Ni siquiera tenía reservación, pero total…
Luego de llegar y anunciarme, y esperar dos horas en el Lobby por Leinier, que estaba desayunando, finalmente el artista salió del restaurante, con dos platos en la mano.
«Siro, espera, que suba esto a la habitación y bajo enseguida,» me dijo.
Instantes después, lo vi llegar, entrar al baño y salir con un rollo de papel sanitario metido en un bolsillo.
Luego de la muerte de nuestra Prima Ballerina Assoluta Alicia Alonso, acá en la redacción de DDR nos quedamos sin Medium para entrevistar a aquellos revolucionarios que, como nuestro querido Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, partieron al más allá.
Alicia, que al menos en dos ocasiones nos sirvió como «vidente» para conversar con nuestro eterno Fidel y recibir orientaciones precisas acerca de cuál era el camino a escoger, nos dejó el 17 de octubre de 2019. Y con ello, un vacío enorme en el Departamento de Entrevistas e Investigaciones. Porque… sin nadie que pudiera servirnos de mediador con los muertos, ¿cómo lograríamos conversar con Fidel?
A todo eso nos fuimos adaptando. La pérdida de un ser querido siempre es un suceso muy duro, pero dejar de hablar con Fidel – a través de Alicia – ha sido de las cosas más terribles que nos podía haber pasado en la agencia.
Parecía que nos acostumbrábamos; que éramos la imagen viviente de ese refrán que dice «el muerto al hoyo y el vivo al pollo»; o este otro de «a Rey muerto, Rey puesto» cuando la noticia de la partida de Iroel Sánchez nos sumió otra vez en el sopor revolucionario que nos caracteriza.
Sin Fidel, sin Alicia, sin El Iro, y sin Mediums para conversar con ellos, estuvimos varios días muy cabizbajos; hasta que hoy, en un atisbo de luz que nos llegó por la mañana a través de los cristales de la ventana, me acordé de Bis la Medium.
La llamé, ella siempre tan atenta. Luego de expresarle mi apoyo tras los hechos acontecidos en su casa con Alexander Otaola y Pedrito Calvo, primero me recriminó la demora; pero luego accedió a servir de puente en esta, mi última conversación con Iroel Sánchez.
Cuatro horas después, porque el tráfico para Homestead desde aquí, desde Miami Beach, está de ampanga, llegué a su casa.
Cuando ayer se conoció en la redacción de DDR que a la veterana periodista deportiva Julita Osendi le habían fachado un celular en el Malecón de La Habana y a plena luz del día, lo que se formó ahí no puedo explicarlo.
De pronto muchos comenzaron a preguntarse, por ejemplo, ¿a qué nivel de barbarie ha llegado el pueblo cubano que, una mujer tan conocida y reconocida por todos los cubanos, como ella, es víctima de un asalto callejero? Sí, porque hasta cierto punto puede entenderse que le roben «a cualquiera», pero ¿a Julita? ¡Si todo el mundo conoce a Julita!
Compañeros de la redacción comenzaron a especular con el hecho de que el ladrón era uno que había sido atleta de alto rendimiento y Julita nunca lo había entrevistado. Otros dijeron que era el hijo de un dirigente deportivo al cual Julita había denunciado. Y hubo hasta quien dijo que era un locutor deportivo frustrado, el cual sentía envidia de Julita. Y claro, ¡podía ser también un machista! Uno de esos que jamás toleró que una mujer como ella pudiera abrirse paso – y espacio – en un departamento tan «viril» como el de Deportes.
En medio de toda esa especulación, mi jefe vino a mi buró y me preguntó: «¿Qué haces tú, todavía ahí sentado?»
«Siro, mi hermano, ¿tú no eres socio de Julita? ¡Arranca coj….! ¡Dale a entrevistar a esa mujer!», me dijo en un modo que él no acostumbra, pues ni él es del Buró Político ni yo soy miembro del PCC.
Así que de pronto y al cabo de unos minutos, en horas de la noche, me vi yo en casa de Julita, entrevistándola.
Parado en las afueras del Turner Guilford Knight Correctional Center , esperando que las autoridades de la cárcel del condado soltaran a Danilo «Maldonado», alias «El Sexto», de pronto vi salir al joven periodista y escritor cubano Carlos Manuel Álvarez del recinto carcelario, entre lágrimas de una pelirroja que lo esperaba compungida y sin desayunar.
Le iba a preguntar, «¿Qué te pasa, pelirroja? pero de inmediato me llamó a mi jefe y le conté lo que sucedía. Por respuesta recibí una contraorden:
«Entrevista al primero que aparezca. ¿Ese fue el último en tirarse no? Bien, los últimos serán los primeros»
«Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos,» le contesté.
Guardé mi teléfono y enfile camino hacia el Carlos; temeroso que si veía las cámaras se mandara a correr, como ayer. Porque entonces, ¿quién diablos lo iba a poder atrapar?
Entrevistar viejos amigos siempre es un placer. Sobre todo si se trata de cubanos; de gente emprendedora que ha sabido, salir adelante en este mundo cruel socialista. De los músicos se diría que hacen música con una lata y un palo. Una de mis entrevistadas de hoy, ha hecho música con un hilo y una aguja.
Bueno, más bien lo que ha hecho es coser. Y diseñar.
Nos conocimos en la Universidad, cuando ambos teníamos un desamparo textil de madre. Yo usaba un jeans Jiquí, viejo, remendado, con una etiqueta extranjera que decía SQE12R3T3EFDo Lois – no recuerdo – pero aquello no era ni Lee ni Lois, ni amarrao. Tenía, recuerdo, una majata, que me trajo desde Etiopía el padre de un amigo mío. Era estampada, y a punto de mediodía daba tremenda picazón, pero te hacía sobresalir por encima de la media y eso siempre era una ventaja.
Ella, usaba casi siempre una blusita hecha con recortes de sábanas estampadas y una saya de tela de gamuza, plisá. Y se ataba en el pelo, una cinta, hecha con tela de corduroi. No lucía mal. ¡ A mi me encantaba su outfit!
Todo eso recordé, al tenerla delante. Ya no era aquella chica que yo amé. Ahora era una «Clandestina». A solicitud suya, he decidido no revelar su nombre. ¡Total! Ni ella se acordaba de mí!
Es difícil estar de vacaciones en Europa y que te llamen por teléfono y que te hagan regresar de manera urgente a los EE.UU. para hacer una entrevista. En mi caso personal, muchas veces no puedo negarme, porque los futuros entrevistados exigen que sea yo y no otro el periodista que los entreviste. Muchos se niegan a darle declaraciones a Alexis Boentes y a Maylín Legañoa en el canal Telemundo51; a Mario J. Pentón y a Daniel Benítez en América Tevé. Otros le niegan rotundamente la posibilidad de ser entrevistados a Mario Vallejo y Jany González – ex canal Telemundo51 – en Univisión Noticias; y hasta a Maité Luna, la de Cubanet.
¿Qué piden todos? ¡Que los entreviste Siro Cuartel!
Por eso es que no puedo decir que no; porque estas exclusivas solo se me dan a mi. Como esta, la de conversar vía telefónica con el piloto que el viernes 21 de octubre se robó una aeronave An-2 en Sancti Spíritus y la trajo piloteando hasta la Florida. Ruben se encuentra detenido en una cárcel bajo proceso de investigación, pero decidió contar su historia con nosotros.
Conversar con este joven fue una experiencia alucinante. Nos habló de los campos de arroz en el Banao; de la falta de agua en Trinidad; de cómo la mujer del pitcher retirado Ismael Peña ya tiene un jevito, luego de que este se marchara para los EE.UU. vía Nicaragua. Y de muchas cosas más.
Piloto cubano Rubén Martínez Machado. Se robó un avión de fumigación desde Sancti Spíritus y lo llevó hacia los EE.UU.
Siro Cuartel: Buenas tardes
Rubén Martínez (piloto): Buenas.
Siro Cuartel: Te agradezco mucho la entrevista, sobre todo por el hecho de que hayas decidido compartir con mis lectores tu historia; me refiero a la salida de Cuba. Pero antes que todo, nos gustaría que nos dijeras cómo te encuentras. ¿Te están tratando bien?
RM: Sí todo está bien. Me están tratando como un ser humano. ¡Por primera vez en mi vida me están tratando como un ser humano! Me estoy alimentando bien. ¡Por primera vez en mi vida me están dando comida rica en vitaminas, nutritiva! ¡Hacía rato no dormía tan bien! En Sancti Spíritus, con los apagones y los mosquitos, a veces me pasaba los días y no podía dormir.
SC: ¿Y tenías que trabajar, así, somnoliento, al otro día?
RM: Sí, y por un salario de m… la verdad sea dicha.
SC: Si tu madre te escucha…
RM: La vieja,… ¡qué va a decir ella! Imagínate, la llamaron del 51
SC: Maylín Legañoa, socia mía.
RM: ¡Esa misma! Le dijo, «Hola, soy Maylín Legañoa» Y la vieja mía, que era fan del programa Vitrales, creyó que esa muchacha todavía estaba en Cuba. ¡Y que quería entrevistarla! La vieja mía es una bolá en eso de la cultura, artistas, etc. y etc. Entonces le dijo que sí, que daría declaraciones; pero cuando se dio cuenta de que la llamaban desde Miami, y se dio cuenta rápido, ahí mismo tuvo que recurvar y decir todo lo que dijo.
SC: Entonces…
RM: Ella está muy contenta porque yo haya venido.
SC: Y que te hayas robado el avión.
RM: ¡Lo mal que le caía ese avión! ¡El ruido que hacía! Yo la montaba a veces en el aparato.
SC: ¿Ah si?
RM: Sí, bueno, un par de veces la monté. A ella también le encantaba fumigar. Lo que lo hacía en casa. ¡Una cantidad de mosquitos! Bueno, ya te hablé de los apagones. ¡Pobre Pedro!
SC: ¿Tu papá?
RM: No, un amigo de la familia que vive en Fomento. Escritor.
SC: Háblame de ti un poco.
RM: Tengo un nombre complicado, no sé si te has dado cuenta. Mi madre me puso Rubén, como Rubén Martínez Villena.
SC: Pero tú te llamas Rubén Martínez Machado.
RM: Exacto. ¿Villena? ¿Machado? ¿El asno con garras? ¿Ya caes?
SC: Sí, claro, ¡qué coincidencia!
RM: Coincidencia fue que me pusieran a pilotear antier. No me tocaba.
SC: ¿Y eso? ¿Hubo un cambio de planes?
RM: El otro piloto llamó y dijo que la noche anterior no había podido pegar ojo. Bueno, ya te hablé de los apagones y de los mosquitos. Él también es de Fomento. Entonces me llamaron a mí.
SC: Tú sí habías dormido.
RM: ¡No! ¡Yo tampoco! ¿No te dije que los apagones y los mosquitos están de pin…? Yo tampoco pude dormir. De hecho, estaba tan encabronado por los apagones y los mosquitos… por el pan, también, que vino de pin… a la bodega. Y porque ni pastillas hay para poder dormir… En fin, esa mañana, me levanté, ¡con una rabia! Veo el mensaje en el teléfono de que fuera a trabajar y dije: ¡Esta es la mía!
SC: ¿De irte del país?
RM: ¿De irme? ¡No! ¡Si yo soy revolucionario!¡Como mi madre! ¡A mí hay que matarme por esto!
SC: Entonces… ¿por qué te fuiste?
RM: ¿Pero tú eres sordo? ¿Tú no oyes? ¡Los apagones mi hermano! ¡Los mosquitos! ¡Están de ping….!
Entrevistar a Miguel Díaz-Canel, el gobernante cubano, el hombre al que muchos llaman «Sin Casa» no estaba en mis planes. Mis lectores más excelsos, entre los que destacan par de Premios Nobel, seis científicos del IPK y el CIREN, varios deportistas, artistas, periodistas y gente de pueblo, conocen de sobra que lo mío es solo las figuras históricas. No solo las vivas, sino también las muertas, porque gracias a Alicia Alonso logramos algunas entrevistas con el más allá.
He entrevistado, dentro de la isla, hasta al mismísimo -ya fallecido – Cardenal Ortega. Víctor Mesa (tres veces), José Ramón Machado Ventura, Modesto Agüero, Rodolfo García, Dayron Robles y hasta a Raúl Castro. La última del patio, Yipcy Moreno. Naomi Campbell, es, dentro de las figuras foráneas, la más destacada. Entonces, me pregunto, ¿por qué tendría que entrevistar yo a Díaz-Canel?
Sin embargo, donde manda capitán no manda soldado, y por eso fui prácticamente obligado a, en nombre de mi agencia, DDR, entrevistar al mandamás cubano. Según se me dijo, el querido «DíazK» uería hacer un grupo de precisiones a nuestro pueblo que, debido a la naturaleza compleja de la situación, no podían decirse a través de los medios de la Radio y Televisión Nacional.
Así que otra vez, me vi en el edificio del Comité Central del Partido. Y no pienso narrarles la odisea que viví para poder entrar. Otra vez mandaron mi nombre con C, y no con S. Como si yo fuera Ciro Bianchi, ni la cabeza de un guanajo.
Cuando entré a su oficina, estaba él de espaldas a la puerta, pero de frente al televisor. Veía un video de las protestas en la calle y hablaba al teléfono con alguien de su entera confianza. Una de las personas que se veía en la pantalla, un joven con un short descosido y desteñido, con unas chancletas metedeo y una camiseta con la bandera norteamericana y un letrero en medio del pecho que decía «MADE IN USA» le echaba algo a otro en un bolsillo. En ese instante Díaz-Canel pegó un brinco:
«Viste, ¿viste eso?. ¡Lo sabía! ¡Lo sabía! Que el imperialismo le estaba pagando a esa gente. ¿Cómo? Sí, claro, fue evidente. ¿Qué otra cosa podía ser, sino dinero? No importa que no se viera. Ocúpate de ese fragmento. Pásaselo al comem… ese de Humberto. Te dejo, que llegó el periodista. No, no es Lazarito, es uno ahí que me dijeron que era el rey entrevistando. No, no es Rey Gómez. Bye.«
Tras hacerse viral el video donde un residente en un pueblo cercano a Playa Larga intercedía ante el Primer Ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, para que se le diese solución a un asunto que demoraba ya 35 años, en parte, por las sentidas y enérgicas palabras del General Samuel Carlos Rodiles Planas en su intervención ante Marrero y el quejoso, en la oficina de DDR se recibió un mensaje URGENTE proveniente del MINFAR que decía: «Manden a Cuartel para acá. Nao»
Mi jefe se molestó un poco, porque se veía que nos estaban presionando sin explicación alguna; pero intuimos que algo tenía que ver con Rodiles Planas, e intuimos también que una entrevista aclaratoria con el General podía colocarnos una vez más ¿dónde? ¡En primera plana!
Así que, teniendo en cuenta además la estrecha relación existente entre el viejo General y yo, me tocó ir a cubrir. A cumplir con el deber, porque para eso, me morí y me muero por esto.
Luego de diez minutos de espera, tiempo en el que se me ofreció café y jugo de naranja, finalmente tuve al viejo General enfrente.
Muchos años me unen de amistad con Yipsy Moreno. Aún recuerdo el primer martillo que me regaló, para que lo desarmara, y con la bala, aguantara la puerta de mi casa, en Cienfuegos. Puerta, como otras, que a cada rato se me cerraban.
Sin embargo, como se me había roto también el meruco del baño y tenía tremendo salidero y a cada rato tenía que levantar la tapa para descargar el baño, pues en eso terminé usando el martillo que me regaló Yipsy en la pista Aurelio Brunet, un día del año 1992.
De esas cosas, que a veces se quedan en el pasado, recordaba, camino a su casa, la ocasión en que ella estaba escachá y yo le regalé una caja de tabaco para que la vendiera en Polonia. O la ocasión en que ella me dio botella, yo que iba a una cobertura por un aniversario más del 26 de Julio en Camagüey, y todo el viaje – desde La Habana hasta la ciudad de los Tinajones – lo pasamos hablando de Fidel, y de la huella dejada por Fidel en ella y cómo Fidel moldeó su pensamiento. Recuerdo que cuando llegamos a Ranchuelo, al Servicupet y tuvo que rellenar el tanque del auto en CUC me dijo:
«Siro, yo soy Fidelista»
Y continuó llenando el tanque.
Ahora con todo esto que se formó a raíz del escándalo en el Mundial de Oregón, de los tres atletas que traicionaron a la Patria; de la traición de «La Rusa» y el habernos ido sin medalla por primera vez en la historia, Yipsy me mandó a buscar para una entrevista. El masajista, por cierto, me dijo off récord Yipsy, que ya está haciendo «Happy Ending» en la Calle 8. Una entrevista donde aclararía además si la botaron de Comisionada Nacional de Atletismo o si ella misma renunció, como dijo Play Off Magazine.
Su frase, al entrar a su casa, fue concluyente al respecto:
Proyecto dedicado al cuidado del cabello natural, la afroestética y el cuidado del cuerpo y la mente a través del Kundalini Yoga y las terapias orientales
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